Es una varilla pequeña y delgada del tamaño de un cerillo que se pone debajo de la piel y libera hormonas que previenen el embarazo. Un profesional debe ser el responsable de insertarlo. Tiene protección hasta por 5 años y 99% de efectividad.
Este es un dispositivo que se pone en el útero para evitar embarazos. Es una pequeña pieza de plástico flexible en forma de T que debe ser colocada por un doctor. Puede llegar a durar hasta 10 años y brinda 99% de efectividad.
Este es un método seguro y práctico. Es un anillo pequeño y flexible que se pone dentro de la vagina y evita embarazos al liberar hormonas en el cuerpo. Se cambia aproximadamente una vez al mes y tiene 93% de efectividad.
Este parche se puede poner en el vientre, glúteos, antebrazo o espalda y libera hormonas (estrógeno y progestina) que se absorben a través de la piel. De esta manera se impide que ocurra la ovulación. Tiene 93% de efectividad.
Son un tipo de medicamento con hormonas que se toman via oral todos los días. Es un método seguro y no es muy costoso, pero es importante no olvidarse de tomarlas. Deben ser recetadas por un médico y también brindan 93% de efectividad.
Es una copa de silicona blanda que se pone dentro de la vagina para cubrir el cuello uterino creando una barrera que evita que el esperma llegue al óvulo. Puede usarse con espermicida, crema que mata el esperma. Tiene un 83% de efectividad.
Hablar de sexo no debe ser un tabú y la sexóloga de ¡Espléndida! nos ayuda a entender mejor nuestro cuerpo.
Existe porque las mujeres no necesitamos un tiempo de reposo demasiado largo entre orgasmos. Pero eso no significa que cada relación sexual se convierta en una competición con nuestra pareja sexual o con nosotras mismas. Tú decides si después de un orgasmo quieres disfrutar de una relajación placentera o bien te embarcas de nuevo en una estimulación extra que te lleve a otro orgasmo secuencial.
Algunas mujeres emiten un líquido bioquímicamente parecido al semen en el momento del orgasmo. En la mayoría de los casos la cantidad es tan pequeña que ni la mujer ni la pareja sexual se percatan del fenómeno, pero a veces la cantidad es bastante abundante. Este líquido no es orina, sino que está producido por las glándulas uretrales y periuretrales que se encuentran en el canal uretral.
La supuesta lentitud de las mujeres viene dada por la comparación entre la respuesta sexual del hombre y de la mujer, tomando como modelo la del hombre. El tiempo que se tarde en llegar al orgasmo depende del grado de deseo, de la capacidad de excitación y también de la adecuada estimulación, y no tanto de ser hombre o mujer. Además, el hecho de ser más rápida o más lenta no está relacionado con la intensidad del orgasmo ni tampoco con la satisfacción de la relación sexual.
Todo depende de que la persona esté dispuesta a experimentar porque verdaderamente lo desea, no porque lo imponga su pareja o su grupo de amistades. Si la persona tiene demasiadas dudas seguramente no está del todo preparada y es mejor que no ceda al chantaje emocional o la presión que a veces se puede producir desde el entorno.
Esa expresión o la de ‘juegos sexuales previos’ representan que todo lo que no sea el coito vaginal en una relación sexual heterosexual es una relación sexual ‘secundaria’, quien piense así está desaprovechando más del 60% de su potencial erótico y sexual.
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